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Llegaron los Mangos a nuestro Jardín

Al llegar el mes de Julio a nuestro jardín, el aire se perfuma con la promesa de carnosos y brillantes mangos listos para ser saboreados y compartidos. Dos hermosos árboles de unos casi 20 mts de altura, nos regalan cada primavera (hemisferio norte) sus delicados frutos. El de la izquierda, que da sombra sobre nuestra mesa de té, produce unos dulcísimos mangos redondeados – también denominados «hembra» – que suelen ser los primeros en desaparecer por su delicioso sabor. El árbol que se levanta hacia la derecha, produce una variedad un poco más grande y aplanada, también conocida como «mango macho«.

Mi  familia y amigos somos sólo una parte de los beneficiados con estos preciosos frutos. Ardillas, mosquitos, azulejos y orugas son algunas de las muchas criaturas que gozan de los cientos de mangos que nuestros árboles producen. De hecho, ellos son quienes primero degustan la cosecha que debido a que por la altura a la que se cuelgan, ellos tienen acceso prioritario a las ramas cargadas de frutos. De todos modos, lejos de molestarnos por las decenas de mangos mordisqueados que aterrizan sobre el césped, reconocemos que son las aves y otros animales silvestres los verdaderos dueños de todo lo que ocurre en el jardín. Nosotros somos simplemente los ocupantes temporarios. Pero volviendo al tema que nos convoca, les cuento que el mango (Mangifera indica) es una de las frutas tropicales más populares junto con el coco y la banana (plátano).  Tanto su dulzor, su aroma y sus propiedades lo ponen a la cabeza de mis preferencias! Emparentado con las castañas de cajú, los mangos crecen en un árbol perenne que puede alcanzar grandes alturas. Generalmente ovales en su forma, los mangos pueden variar entre los 200 gramos y el medio kilogramo de peso (dependiendo la zona y la variedad). Su exterior es verde rojizo y su carne, de color naranja, se caracteriza por su jugosidad. Su semilla o hueso es ovalada y plana y esta rodeada de infinidad de fibras que la protegen.   

Mango, el fruto perfecto   

Se considera que el mango es una fruta energéticamente equilibrada en iguales proporciones de yin y yan. Sus condiciones termales son del tipo frío, por lo que según la medicina china ayuda a eliminar el calor interno del organismo y aliviar la sed.  Desde la óptica de la medicina ayurvédica, los mangos maduros son tridóshicos. Esta deliciosa fuente de vitaminas A & C, es también una fuente de potasio y es moderada en calorías. Por contener la planta de mango una resina que puede ser tóxica, algunas personas pueden ampollar su piel o producir una dermatitis al tomar contacto con la planta o los frutos. Sin embargo, la piel y el jugo del mango parecieran ser mas alergómanas que su carne, particularmente cuando el fruto aún no ha madurado. Comer mangos en exceso, podría generar urticaria o erupciones en la piel.   

Los mangos son ricos en azúcares naturales, lo cual los convierte en frutas ácidas y desaconsejadas en exceso para personas con diabetes, ya que su índice glicémico es medio (55). Los pacientes diabéticos que deseen consumirlos, deberán consultar con sus médicos o nutricionistas para que estos profesionales les indiquen la porción recomendada.   

Nenúfar aconseja consumir el mango a temperatura ambiente, para que su dulzor se manifieste a pleno, ya que el frío esconde el sabor del fruto. Al comprar los mangos seleccione aquellos que sean firmes, con apariencia fresca y que tengan un aroma agradable, levemente picante en donde se encuentra conecta con el tallo de la planta. Si el mango no ofrece ningún aroma, su carne será desabrida y sin mayor sabor. De optar por mangos aún verdes, nuestro lector podrá envolverlos en papel de diario, o colocarlos en una bolsa de papel madera y dejar que el fruto madure hasta que al ser levemente presionados su carne ceda levemente (semejante a las paltas/avocados/aguacates que esta en su punto justo). Al madurar el fruto, el color de su piel se intensifica (con excepción de la variedad de mangos verdes) tornándose amarilla o roja.   

Los mangos son frecuentemente empleados en postres, ensaladas, chutneys , helados, acompanan carnes y pescados. Y para despedirnos por hoy les dejo un dulce sabor…

Mousse de Mango   

4 tazas de mangos maduros cortados en cubos   

Azúcar negra o Agave a gusto   

2 sobres de gelatina sin sabor   

1 taza de tofu procesado en la procesadora o un yogur de soja pleno o con sabor a vainilla.   

Procesar los cubos de mango en la licuadora con azúcar negra o agave, hasta obtener una pulpa espesa. Aparte, diluir la gelatina sin sabor siguiendo las instrucciones del envase. Agregar la pulpa de mango y el yogur o tofu procesado. Revolver con movimientos envolventes para mezclar los ingredientes. Probar el sabor y corregir si no fuere lo suficientemente dulce. Llevar a la heladera (refigerador, nevera) hasta que este firme.   

Servir acompañada de frambuesas, rulos de chocolate y/o hojitas de menta.   

Dar las GRACIAS y a DISFRUTAR con los seres queridos!   

Fuentes:

www.drweil.com

The Spice and Herb Bible – Ian Hemphill

The whole Foods encyclopedia – Rebecca Wood